En la Comarca Andina se está realizando una experiencia inédita con un trabajo articulado por organismos estatales junto a cuatro cooperativas para abordar la problemática que genera una plaga que afecta a los la producción y comercialización de frutas finas agroecológicas. Esta labor sintetiza los valores del cooperativismo y la importancia del Estado comprometiéndose con la comunidad.
Las entidades de la Economía Social que participan son: La Cooperativa de Trabajo Pilmaiquén (El Hoyo, Chubut), Cooperativa Ecoforestales (Bariloche, Rió Negro), Cooperativa Mujeres de Oro en Acción (MOA) de Fernández Oro, Río Negro y Cootramet (Bariloche, Río Negro, quien semanas atrás recibió un subsidio del INAES para comprar máquinas). En tanto que los organismos estatales son: el Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias Bariloche (IFAB) del INTA y el Conicet de la región.
Todo comenzó con los productores de Pilmaiquén que sufren la plaga de la mosca de alas manchadas (Drosophila suzukii), que perjudica el sabor pleno de las frutas finas y la caída temprana de especies como arándano, cereza, frambuesa, frutilla y zarzamora. Le plantean el problema al INTA (con quienes trabajan desde su conformación como cooperativa). Es allí donde Gerardo De La Vega (del IFAB) convocó a Ecoforestales, MOA (que comercializan la fruta en distintos productos como dulces, mermeladas, etc.) y Cootramet (que trabajan hierros y otros metales). Le pidieron hacer a esta última cooperativa mencionada espalderos para las plantas para rotar la posición de las plantas y evitar así el daño que la mosca pueda ocasionarle al fruto. También se capacita a los cosechadores que forman parte de la cooperativa de trabajo agrícola Ecoforestales. Hoy están en la etapa final.
Esta iniciativa no solo apunta a combatir la plaga sino también a impulsar el desarrollo socio–productivo de familias que continúan apostando a la producción de frutas finas libre de insumos químicos.
“Los desafíos que tiene el proyecto Desarrollo Cooperativo en la Fruta Fina son producción agroecológica de fruta fina, ampliación de servicios para las cooperativas y el desarrollo sinérgico entre los actores. Estos desafíos hoy pueden darse por alcanzados, ya que se está ejecutando la etapa final del proyecto, que favorecerá la producción de fruta fina de mejor calidad y cantidad y puede potenciar la situación socio-económica de las cooperativas involucradas. Es muy gratificante y esperanzador para todos” dice Jesica Vanina Castillo secretaria de la cooperativa Pilmaiqien.
Esta entidad se conformó en Agosto de 2021, con 9 socios todos productores agropecuarios, damnificados por la catástrofe ígnea que afectó a las localidades de Lago Puelo y El Hoyo el 9 de marzo del mismo año. En la recuperación de esa región luego del drama sufrido por los incendios fue clave el trabajo de las cooperativas y la ayuda mutua que se llevó a cabo donde el INAES no sólo colaboró, sino que motivó a la labor conjunta entre las entidades del lugar .
“En esta sinergia entre cooperativas jóvenes y maduras de la región, se establece un objetivo común que estimamos fortalecerá el proceso y tornará más estable y permanente este tipo de procesos y circuitos de trabajo”, comentó Gerardo De La Vega del IFAB-INTA.
“La experiencia de este trabajo en conjunto es muy interesante, no sólo por los resultados, sino por lo que significa articular el trabajo entre quienes tenemos los mismos objetivos. Nosotros que nos conformamos como cooperativa en noviembre del 2015, tras dejar los planes sociales y poner una herrería nuestra sabemos de lo que son las épocas. Los primeros cuatro años la pasamos muy mal y nos mantuvimos por los valores cooperativos, luego sufrimos la pandemia y hoy, con trabajos como este, vemos la importancia de trabajar mancomunados con excelentes resultados desde toda perspectiva” comentó Eva Parada, presidenta de la cooperativa de trabajo Cootramet.
En tanto Natali Melo Arriagada, presidenta de la Cooperativa Mujeres de Oro en Acción (MOA) comentó: “Nuestra cooperativa comercializa productos agroecológicos por eso es tan importante esta experiencia ya que no solo mejora la cantidad y calidad de las frutas, sino que genera lo que es el espíritu del cooperativismo, la solidaridad, el trabajo colectivo y que unidos somos más fuertes”.
Estas acciones se enmarcan en los Proyectos especiales de innovación social (PEIS) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt) orientados a implementar soluciones tecnológicas que mejoren la calidad de vida y el desarrollo de las comunidades.
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